jueves, 17 de mayo de 2007

Qué le cuenta un personaje al psiquiatra


- Permiso, doctor
- Adelante
- Me llamo Luis Cáceres
- Bien Luis, qué lo trae por acá?
- Verá doctor, el otro día tomé un ascensor, que se descompuso. Sentí que me moría, no podía respirar. Tenía el pulso acelerado. Comencé a golpear la puerta desesperado, pidiendo ayuda
- Cuánto tiempo estuvo encerrado?
- Casi tres horas. Me dijeron que era claustrofobia. Por eso vine.
- Perdió el conocimiento en algún momento?
- No. Por suerte, en el lugar estaba una hermosa muchacha, que dijo ser enfermera.
- Y?
- Bueno, ella me socorrió. Me sostuvo en sus brazos. Me dio respiración boca a boca
- Y eso lo alivió?
- Mientras me acariciaba sentí un alivio inmediato
- Quiere decir que se le fue la sensación de encierro?
- Me transmitía seguridad y eso me hacía bien.
- Ahora Luis, quiere decirme para qué vino a verme?
- Se trata de claustrofobia, doctor! Y se supone que usted esta aquí para tratarme, ¿no?

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