jueves, 17 de mayo de 2007

Las manos

Dicen de la mano
que es sostén de la vida
Cuando acaricia amorosa
cabellos ensortijados
Cuando mece al niño
que está perturbado
Cuando a pesar de la arruga
sigue moviendo cacharros
para esa familia tan suya
Cuando sostiene al caído
y acurruca al dormido
Cuando vela los sueños
y espanta pesadilla
Cuando abraza
Cuando se extiende
Cuando apoya
y dice presente

Ahora quiero saber
si esto es verdadero
¿por qué mi mejilla está roja
marcada con tus dedos?

1 comentario:

Milagro Haack dijo...

La vivencia, en las líneas de las manos, que tan latentes muestras en cada acción que mirarlas a través de tu escrito son verdaderas comunicadoras de todas y cada -presente-. La reflexión final, nos deja ese aroma abriendo lo latente de la mujer....
Un abrazo
Sencillamente
Milagro Haack