viernes, 5 de febrero de 2010

Centella


¿Qué miras mi pequeño?
Miro el cielo oscuro
cubierto de pecas brillantes.
Las pecas de mi abuela
no brillan lo mismo.

Esas son estrellas mi pequeño
que tienen vida propia
¿Y por qué se apagan en la abuela?
Porque no pueden competir
con el brillo de sus ojos.

Madre, mira ahora la luna
tiene ojos y una boca sonriente
Mira, mira, se mueve
Y ahora parece que baila.

Pequeño, al mirarla fijo
tus ojos ven fantasías.

¿Y por qué me sonríe
sólo a mí?
¡Quiero que me la alcances
quiero llevarla conmigo!

Ay! Pequeño, cómo explicar
lo lejano que está ese mundo
y lo limitado que es el nuestro
No te enfurruñes pequeño
de grande lo entenderás
Madre ¿y si no llego a grande
nunca lo sabré?


Hoy, mientras escribo
Tiembla la hoja
El lápiz se resbala.
Las palabras no logran ordenarse






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